jueves, 6 de noviembre de 2014

Mi hijo es un leopardo

-Papa, ya sabes que soy un leopardo, no enciendas la luz, que veo en la oscuridad...
Como no lo voy a comprender si yo mismo soy un guepardo desde que nací.
En mi caso esto suponía ir corriendo a todos los sitios, a por el pan, al colegio, a la academia de mecanografía por la tarde, subir las escaleras corriendo de tres en tres. Es algo que me sigue manteniendo en mi forma de guepardo, aún... correr y correr.
Como leopardo, su vida esta mas orientada al acecho, ser listo, y esa maravillosa visión nocturna que le permite disfrutar de la oscuridad, sin miedo.
A veces se me olvida que lo es y Lucas se enfada conmigo, es algo que debería saber, claro. Esta memoria de adulto me juega malas pasadas, siempre tan objetiva, con esa dificultad de  ver lo que no es evidente y que en mi forma de guepardo es tan fácil de comprender.
Solo cuando disfruto de mi niño y me permito ser el guepardo que soy, veo claramente el leopardo que es mi hijo.....MAGIA.